Cuarto grado

Durante el cuarto grado los niños van llegando a los 10 años aproximadamente. Hay un mayor desarrollo de su auto conciencia en vista de que la certeza que le proporcionó la anterior etapa infantil ya no puede sostener su mundo anímico actual,  que ahora se ha ampliado. Su percepción del entorno se agudiza, haciendo su vida interior más rica, lo cual puede ser a su vez un proceso doloroso. Su personalidad empieza a formarse respondiendo a las experiencias de su entorno, haciendo  suyas  aquellas que son dignas de convertirse en cualidad personal.

En las historias de los mitos nórdicos vemos una marcada diferencia en la personalidad de cada uno de sus dioses. Sus valores, conflictos y acciones generan una imagen interior a través de la cual el niño puede ver espejado su propio momento interior, constituyéndose en un soporte consistente para la vida anímica de esta etapa escolar.

Estas mismas historias pueden servir como apoyo para el trabajo de las diversas áreas temáticas.  En Matemáticas se da la introducción y posterior manejo de las fracciones, lo que resonará efectivamente, como el espejo de esa unidad con el entorno, ahora quebrada.  Se desarrollará el tema de la Geografía natal, así como una  primera Antropología comparada con el reino animal,  entre otros temas, todo ello apuntando a sostener y cultivar  esta primera nueva mirada individualizada del mundo circundante.

quinto grado

En el quinto grado, Los niños van llegando a una armonía y equilibrio físico y anímico, lo cual hace posible que trabajen de manera confiada en asignaturas como la Geometría a pulso, en donde la construcción de figuras geométricas y variaciones relacionadas con el equilibrio de las formas exigen mayor precisión, concentración y creatividad en el color.

El descubrimiento del reino vegetal a través de la Botánica, requiere de observación y detenimiento para apreciar el desarrollo que se da desde las especies más sencillas hasta llegar a las más complejas y delicadas, siendo la técnica del dibujo la que acercará al niño a cada uno de los misterios que encierra el tema.

 La vivencia anímica de niño de 11 años, puede compararse con la armonía y belleza alcanzadas en la cultura griega y es por esa razón que los temas en cuanto a sus relatos y características propias son la coronación de todo el camino emprendido en las culturas antiguas que estudia. Nace en el niño una nueva mirada hacia el mundo y ésta se acompaña con tópicos propios de ese despertar.