La matemática cumple un rol importante en el conocimiento del mundo y para su aprendizaje formal es necesario observarla en la secundaria desde sus características centrales: el descubrimiento del conocimiento y la fuerza de la creatividad para hacerse con la vida e inventar la forma de solucionar un problema.

En el noveno grado el punto central de la actividad matemática es la solución de un problema y no aquello que se da como respuesta, siendo el principal objetivo desarrollar en el alumno su capacidad de raciocinio, darle confianza en su pensar y reconocer el cómo enfrentar una situación problemática.

En el décimo grado acentuar la seguridad de su pensar generando un pensamiento propio y objetivo a través del desarrollo de la trigonometría y la lógica.

En el undécimo grado las demostraciones trigonométricas y el trabajo teórico y práctico sobre el concepto del infinito los conduce a la armonía, la belleza así como al orden y la espiritualidad.

El desarrollo de la matemática construirá las estructuras mentales necesarias para su desenvolvimiento en su realidad objetiva y su formación profesional, creando además en el joven un elevado juicio crítico, una férrea voluntad y gran confianza en su pensar, llegando a la percepción intuitiva de la armonía y el equilibrio, con sentido social y orientación a la búsqueda de lo superior.